Secretos para vivir de la Bolsa desde casa
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Poco a poco, lejos aún de lo
habitual en los países anglosajones, el fenómeno de la inversión intradía va
calando en España. Algunos estudios de mercado, como el realizado por Self
Trade, hablan de que ya hay 250.000 clientes activos a través de internet. Cada
mañana, con la apertura del mercado, estos jornaleros de la Bolsa se suben a
los valores e intentan adivinar la tendencia para arañar algunos euros con cada
operación. La revolución tecnológica, que permite invertir en tiempo real desde
casa, la mayor cultura financiera de los inversores, la caída de las comisiones
y los dos ejercicios alcistas que acumula el mercado explican en parte este
boom.
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Entre los day traders, término con el que se denomina a
estos inversores, existen varias clases. Un ejemplo de esta diversidad es el
diferente perfil de las seis personas que participan en el reportaje. Algunos
detentan una alta formación en las técnicas de inversión intradiaria, con un
amplio rodaje en los mercados, y han hecho de la Bolsa su medio de vida, su trabajo.
Otros, sin tanta preparación, buscan rentabilizar sus ahorros más allá de lo
que les ofrece el banco, pero no es su profesión. Aunque con distintas
motivaciones, todos tienen un mismo objetivo: batir al mercado y ganar dinero.
'Hay que distinguir dos tipos de day traders. Por un lado
están los antiguos barandilleros término que designaba al inversor que desde la
barandilla del parqué realizaba sus propias operaciones, especialista en la
Bolsa española y que se dedica fundamentalmente a chicharros valores de pequeña
capitalización', explica P. M. C., day trader madrileño de 42 años que pide
mantener el anonimato. 'Luego estamos la gente con una formación superior en
los mercados financieros, especializados en derivados, productos idóneos para
el intradía pero que son más complejos que las acciones', añade. P. M. C
invierte sobre todo con futuros sobre el índice alemán Dax y sobre el bund
(bono a 10 años de Alemania).
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¿Se puede vivir bien de la
Bolsa? 'Es posible, muchos lo hacen, pero no es nada fácil. Requiere estudios y
experiencia. Hay que pasar un largo periodo simulando las operaciones sobre un
papel antes de dar el salto al mercado real', advierte José Luis Cárpatos,
especulador profesional desde 1985 en el mercado de futuros y uno de los gurús más
seguidos por los day traders españoles. Cárpatos, que en la actualidad realiza
análisis técnico intradiario en la página Bolsamanía.com, sabe bien de lo que
habla. 'Al principio estuve al borde de la ruina. Lo perdí todo y me di cuenta
de que esto iba en serio, que requería una formación previa', comenta.
Que la especulación no es un camino de rosas está probado
incluso por estudios académicos. En mayo de 2004 se publicó el más completo de
ellos. Los profesores Barber (Universidad de California), Lee (Taipei) y Odean
(Berkeley), estudiaron el comportamiento de 80.000 inversores durante cinco
años en el mercado de Taiwan, la Bolsa en la que operan más day traders en
proporción sobre el total porque el intradía está prohibido para los inversores
institucionales. La conclusión es demoledora: el 80,4% perdía dinero haciendo
intradía; el 18,8% se limitaba a no perder, y sólo el 0,8% de los traders
ganaba dinero.
Control de las emociones
Las sociedades de Bolsa son conscientes de los riesgos
inherentes a esta actividad y ofrecen cursos a sus clientes para que se formen
antes de adentrarse en las procelosas aguas de la especulación. Aparte de
análisis técnico, donde se les enseña cómo leer un gráfico e interpretar los
canales, los soportes y las resistencias de un valor, estos cursos inciden
bastante en el aspecto mental del trading.
'Después de 20 años en los mercados me he dado cuenta de
que lo más importante es conocerse bien a uno mismo, saber dominarse porque
este es el oficio más difícil del mundo', asegura Cárpatos, que aparte de hacer
análisis sigue invirtiendo intradía. 'La mente es fundamental porque la
condición humana hace que seamos optimistas por naturaleza. Hay que saber dejar
correr las ganancias y cortar cuanto antes las pérdidas', añade este experto.
Morningstar, agencia internacional de calificación de
fondos de inversión, encargó un estudio en el que a los encuestados se les
hacía la siguiente pregunta: ¿en qué piensa cuando va a realizar una operación
en Bolsa? Sólo el 19% de los encuestados admitía hacer lo correcto, es decir,
pensar por igual en las pérdidas como en las ganancias. El 74% pensaba sólo
cuánto iba a ganar y sólo el 7% se fijaba en exclusiva en la posibilidad de
perder dinero.
'Este es un error muy común', asegura Manuel Andrade, director
comercial de MEFF que imparte cursos acerca de control y disciplina en el
intradía. Andrade considera que vivimos en una época en la que la gente cree
que puede hacerse rico enseguida. 'Sin embargo, tener éxito en los mercados
nada tiene que ver con disponer del mejor broker o el mejor software. Tener
éxito significa entenderse a uno mismo y no al mercado'. En su opinión el
control interno es fundamental y no se deben tomar decisiones en caliente.
'Lo que yo imparto no es tanto psicología del trading
sino gestión financiera, es decir, cómo gestionar las pérdidas, que es lo único
seguro. Un inversor no puede determinar con antelación cuánto va a ganar, pero
sí cuanto está dispuesto a perder', asegura Andrade. Los day traders
profesionales, según este experto, no pierden más del 2% del capital disponible
por cada operación.
'Otro error es persistir más tiempo dentro del mercado
que fuera. En el intradía pierde el que actúa frenéticamente. El 80% de lo que
se gana se obtiene en con el 20% de las operaciones. Hay que actuar de forma
selectiva', asegura Cárpatos. 'Un fallo también usual entre los más inexpertos
es buscar desesperadamente señales para entrar en un valor, sin preocuparse
tanto por las de salida. Sin embargo, saber dejar una acción es lo más importante'.
Todo tipo de valores
No hay valores perfectos para hacer trading, depende de
los objetivos y del estilo de cada inversor, aunque sí hay una característica
esencial que todo el mundo pide: volatilidad. 'Si un valor no se mueve no hay
posibilidad de hacer dinero', asegura Araceli Andrés, de 48 años, day trader
profesional, especializada en acciones del Nasdaq, el mercado estadounidense
para valores tecnológicos. 'Tengo una lista de 12 compañías. Las sigo a todas y
según el momento me centro en una', explica. Huye de las modas: 'Cuando se
empieza a hablar mucho de un valor, malo. Ya ha llegado el pueblo'.
Otros day traders, con menos conocimientos que Andrés,
apuestan por valores con menos riesgo. Es el caso de Lorenzo Arquero, de 63
años. 'Invierto en Telefónica, Santander, las eléctricas... Donde no entro
nunca es en las inmobiliarias. æscaron;ltimamente sigo a Ercros, es un valor
rentable', comenta Arquero. 'Yo no quiero hacerme rico con la Bolsa, sólo
rentabilizar unos ahorros'.
La historia contemporánea del mercado de valores se puede
trazarse a través de las biografías de muchos de estos day traders. Es el caso
de Belén del Pozo. Su familia, desde la generación de sus abuelos, siempre ha
invertido. Al principio en renta fija, porque los tipos eran elevados y
permitían invertir en activos sin riesgo. 'Cuando la rentabilidad que daban nos
empezó a resultar escasa nos pasamos a la renta variable, primero a través de
fondos de inversión. La primera compra de acciones fue en 1997', recuerda.
Al principio toda la cartera estaba compuesta por blue
chips. 'Así hasta que empezó el boom de los valores tecnológicos. Fueron meses
fabulosos, pero la burbuja nos pilló. Aún conservamos algunos de aquellos
valores con pérdidas pero en general hemos recuperado con creces', reconoce Del
Pozo.
Hasta 2002 dejaron la Bolsa aparcada, sólo alguna
operación esporádica. 'Si antes éramos inversores ahora somos especuladores.
Había que recuperar cuanto antes las pérdidas y los chicharros son una buena
oportunidad. Cuando Fernández Pujals entró en Jazztel me dije: por aquí podemos
terminar de remontar', explica. Esta inversora, que maneja el dinero familiar
al mismo tiempo que prepara una oposición, cuenta con la ayuda de su madre, que
mientras ella estudia le va cantando las últimas novedades que oye en radio y
televisión. 'He cambiado de mentalidad. Antes no concebía vender con pérdidas,
ahora, sí'. Aunque apruebe la oposición asegura que seguirá invirtiendo
intradía toda su vida: 'Te obliga a estar activo, diseñando estrategias y
adoptando decisiones constantemente'.
Protagonistas
Araceli Andrés. 'Entro en valores de alto riesgo. Soy 'kamikaze''Me encanta la Bolsa. Me genera adrenalina. Hay fines de semana que
quiero que terminen, que sea lunes otra vez, para volver a entrar al mercado'.
Araceli Andrés, de 48 años, perito mercantil, ha hecho de la inversión intradía
su profesión. Opera a través de Self Trade y sólo lo hace en valores del
Nasdaq. 'Yo soy kamikaze, invierto en acciones de mucho riesgo', comenta.
Dedica a ello siete horas al día y suele utilizar la habitación de su hija para
operar con el ordenador 'por su luminosidad'. Aunque no se conecta hasta las 15
horas, permanece informada de cómo va el mercado desde primera hora de la
mañana. A veces se apalanca. 'No me molesta que me llamen especuladora, lo soy.
Es una opción más que da el mercado'. Asegura que en su mejor sesión ha ganado
24.000 euros. '¡Ojo! Para vivir de esto hay que formarse bien y dedicar mucho
tiempo'.P. M. C. 'Busco rentabilidades del 600% de lo invertido'Prefiere mantener el anonimato. Abogado y economista de 42 años, trabaja
en los mercados financieros desde 1987. Su broker es Cortal Consors y opera
sobre todo con futuros sobre índices. 'La inversión es la actividad que más me
ocupa, aunque no es mi mayor fuente de ingresos'. Realiza de media 10
operaciones al día. 'La disciplina es básica, si no la respetas se van los
beneficios'. P. M. C. tiene sus objetivos anuales. 'Lo valoro como un sueldo.
En porcentaje sobre la inversión busco una rentabilidad del 600%'.
Carmen Bule. 'De lo que más se aprende es de las pérdidas'Una pequeña habitación, que ella llama la leonera, sirve a esta
jubilada, que trabajó en departamentos de tesorería, para invertir, 'bien
intradía, bien a más largo plazo'. Carmen Bule opera a través de Inversis. En
un cuaderno lo anota todo de los valores a los que sigue: volumen, precios,
soportes y resistencias. 'Para mí no es un negocio, es una afición', comenta.
'Lo primero es atender mi casa y a mi marido. Luego me conecto y me divierto:
compro, vendo, escucho a los analistas'. Si confía en un valor trata de
aguantarlo, 'pero tampoco estiro las pérdidas a ver si se da la vuelta, nunca
funciona'. Ser observadora ayuda: 'Siempre se aprende, pero sobre todo de las
pérdidas'.Lorenzo Arquero. 'No hay que jugarse lo que se necesita para vivir'La inversión en Bolsa es su principal actividad. 'Aunque tampoco manejo
grandes cantidades'. Lorenzo Arquero, de 63 años es perito industrial y opera
en Bolsa a través de Self Trade. Lo hace desde su oficina. 'Mi formación sobre
los mercados es limitada. Es una mezcla de intuición e información'. No se
juega mucho dinero en cada operación. 'Puedo ganar 12.000 euros al año, pero en
una jugada nunca', explica. Si tuviera que dar un consejo, Arquero lo tiene
claro: 'No hay que utilizar nunca el dinero necesario para vivir'.
Belén del Pozo. 'Con los 'chicharros' se puede ganar más'Compagina su oposición a subinspector de Hacienda con la Bolsa. Belén
del Pozo, de 39 años, es licenciada en Derecho, ha realizado un máster en
Tributación y varios cursos de Bolsa. 'Soy la gestora del patrimonio de mi
madre, que será mío y de mis hermanos en un futuro. De momento sólo recibo una
comisión', explica. 'Llevamos unos meses especulando con Ercros y, sobre todo,
con Jazztel. La posibilidad de ganar dinero es mayor con los chicharros que con
los grandes valores'. Del Pozo opera a través de Activobank.
Nieves López. 'El banco sólo da un 2%. Mejor manejo yo mi dinero'Licenciada en Magisterio, Nieves López, de 37 años, se está formando.
Asiste a cursos para dar el salto al intradía. De momento, sólo opera a través
del teléfono, aunque realiza varios movimientos en cada sesión. 'El banco sólo
me da un 2%, así que mejor manejo yo el dinero, a ver qué saco'. Hasta un 5% es
su tolerancia de pérdidas. 'Si cuando me decida a operar con el ordenador se me
da bien estoy dispuesta a dedicarme a ello por completo. Por ahora voy a
probar'. Su broker es Gaesco.Qué se necesita para invertirLo primero es comprar un buen ordenador. Los expertos señalan que es
mejor un aparato portátil ya que se pude llevar en caso de viaje. También es
importante lograr una buena conexión a internet, preferentemente cable o ADSL,
porque la rapidez de conexión es fundamental para realizar las operaciones en
tiempo real.El siguiente paso es elegir la sociedad de Bolsa a través de la que
invertir. Un aspecto básico, sobre todo si se trata de un operador muy activo,
es el de las comisiones. Muchos brokers ofrecen descuentos especiales o tarifas
planas para los traders. Otro punto en el que fijarse es la información y la
atención al cliente que ofrecen los intermediarios.También es clave para un day trader hacerse con programas informáticos
que permitan realizar un seguimiento técnico de los valores o de los índices, y
trazar los canales, las resistencias y los soportes de los mismos.El mercado no es una ruleta rusa, un casino donde jugar. La formación es
fundamental y ese ofrecen numerosos cursos, impartidos por profesionales, para
aprender las técnicas básicas de la inversión intradiaria.Una vez solucionados todos lo trámites previos, llega el momento de
entrar en el mercado. Es recomendable reunir un capital mínimo para poder
manejarse sin ataduras. José Luis Cárpados, especulador profesional, cifra esta
cantidad inicial en 30.000 euros. La regla de oro, según los expertos, es no
jugarse jamás el dinero imprescindible para poder vivir.Hay que marcarse una disciplina y nunca abandonarla. 'Limitar pérdidas y
dejar correr los beneficios', se suele decir en el mundo de los traders.
Aguantar un valor en pérdidas si ha sobrepasado la tolerancia al riesgo (máximo
que se está dispuesto a perder) no es una buena opción. El money management o
sistema de inversión es clave para sobrevivir como day trader.
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